De la Calle al Mercado

La riqueza cultural de Guatemala se percibe a través de los cinco sentidos. Con su vibrante cocina en la calle, el mercado o restaurantes - una que fusiona influencias indígenas, españolas y africanas - por medio de los aromas de las especias, las hierbas frescas y el incienso de las procesiones durante Semana Santa, así como por los colores brillantes de sus mercados que cautivan a primera vista.

La diversidad de ingredientes como el maíz, el frijol negro, la fruta de temporada y el chile guaque inspira una amplia gama de platos tradicionales, desde el emblemático pepián hasta el reconfortante kak'ik. La hospitalidad guatemalteca se refleja en la mesa compartida, donde cada comida es una celebración de la vida y la cultura, convirtiendo a Guatemala en un destino culinario único y exquisito.

Cumpliendo con las características antes mencionadas y al ser Patrimonio Intangible de la Humanidad, la Semana Santa en Guatemala se convierte en una temporada que rebosa de estímulos en un mismo espacio de tiempo. Un periodo en el cual, un entusiasta por las culturas y la gastronomía, es capaz de descubrir y absorber una cantidad abismal de información historica sobre el país centroamericano.

De La Calle al Mercado es un recorrido obligatorio para conocer a Guatemala a través del paladar y no hay mejor ubicación a recomendar para hacerlo que en el Centro Histórico, o Zona 1, de la ciudad capital. A continuación, un listado para iniciar a recorrer, donde comer y beber, y un cierre cargado de nostalgia y riqueza regional guatemalteca.

"El Centro como le llaman los chapines posee maravillosas riquezas, como sus iglesias, edificios, monumentos y casas señoriales, pero también su gran valor radica, en la conservación de sus tradiciones, especialmente las actividades y procesiones de la Semana Santa."

• Mapa de Edición Especial para Colección de Centro Cultural Metropolitano
  Antiguo Palacio de Correos, Zona 1, Ciudad de Guatemala
  
  
  

La Calle

Desde ventas ambulantes de confitería, chéveres – perro caliente guatemalteco al vapor –, los populares panes de carreta ahumados o Shukos, hasta la feria tradicional que se instala en la Plaza de la Constitución (frente al Palacio Nacional de la Cultura en el Centro Histórico de Guatemala) es durante la Semana Santa cuando se encuentran la mayoría de refacciones, antojos y platos típicos. Inicialmente, por el calor de la temporada, aún durante la noche, el primer impulso es buscar algo para beber. Para mí, es imposible pasar por alto una refresquería que ofrezca Refresco de Cremita. Esta bebida tradicional, elaborada con leche, azúcar y vainilla, tiene un nivel de dulzor intenso, por lo que es imprescindible servirla bien fría para que no solo refresque, sino también reconforte. Es un sabor que evoca la infancia guatemalteca y es una bebida que puede encontrarse recurrentemente en puestos en la calle así como en los mercados.

En cuanto a que comer, es indispensable iniciar con unas tostadas de salsa, guacamol o frijoles molidos, estas se acompañan de cilantro, queso seco y cebolla blanca. Crocantes, ligeras y satisfactorias, un plato tradicional en base a maíz y de fusión cultural.

Alternativa similar con proteína: Garnacha guatemalteca

Si al igual que yo, sufren de una inclinación natural por lo dulce, no pueden dejar de probar las torrejas o molletes guatemaltecos como postre. Tal como lo explica Michael Mazariegos del puesto La Bendición, aunque ambas recetas son de repostería en miel, estas se diferencian por su preparación. Las torrejas guatemaltecas se napan en miel en base a dulce de panela y especias como anís, camote, pimienta gorda, canela y hoja de higo y la miel de los molletes es de canela, nuez, pimienta gorda y vino tinto Presidente, de origen guatemalteco. Para finalizar, recomiendo pasar por las dulcerías típicas para cautelosamente seleccionar entre caramelos, mazapanes, manjares y conservas como las Canillitas de Leche, el Dulce de Coco, los Colochos de Guayaba, el Dulce de Pepita y los Higos en miel.

El Mercado

Situado en el corazón de la ciudad, el Mercado Central es un crisol de la vida guatemalteca. Es aquí, donde vendedores locales ofrecen una amplia variedad de productos como carnicería y pesca fresca, artesanías, frutas de temporada, dulcería y más. Los estrechos pasillos están llenos de puestos que exhiben maravillas tropicales, hierbas aromáticas, velas de todos los colores y flores únicas de la región, mientras que las y los cocineros preparan platillos típicos con maestría particular ante los ojos de los visitantes locales y extranjeros. Aquí, entre el trajín de la gente y el canto de los vendedores, se encuentra el pulso de la cultura que invita a sumergirse en ella. Ubicado en la 8ª Calle de la Zona 1, recomiendo que se visite lo más temprano posible para explorar libremente y disfrutar desde antojitos de desayuno hasta almuerzos completos como el Pescado a la Vizcaína, plato emblemático de la cocina vasca que tiene sus raíces en la tradición marinera de dicha región y que fue trasladado a Guatemala durante la colonia. Se dice que este se remonta al siglo XVI, cuando los pescadores vascos preparaban una salsa espesa de pimientos, tomates, cebollas y ajo para acompañar la pesca fresca del día. Con el tiempo, esta receta se ha refinado y adaptado al sabor guatemalteco, pero su esencia sigue siendo la misma: resaltar el sabor del pescado conservado en sal acompañándolo con una salsa llena de carácter y aromas. El Mercado Central también ofrece variedades de atoles, arroz en leche y refrescos.

La Famosa Casa de Los Súchiles

Recorrer el Centro Histórico de la Ciudad de Guatemala durante la Semana Santa significa envolverse por el calor del sol intenso de la época, percibir aromas particulares y rodearse del humo de los incensarios transportados por miembros de las hermandades y las cofradías. El horario de las diferentes procesiones que recorren las calles y avenidas de la ciudad aumentan la posibilidad de toparse con una en cualquier momento y es el estruendo de la tuba en las marchas fúnebres la que anuncia a lo lejos la Procesión del Santo Entierro de la Iglesia de Santo Domingo. Visualizarla es posible desde La Famosa Casa de Los Súchiles, un espacio que se remonta a 1940 y el cual es dirigido por Doña Paty Guzmán, miembro de la quinta generación de su familia. El lugar es una parada obligatoria para disfrutar de la bebida emblemática de la tradición de Semana Santa, el Refresco de Súchiles, y acompañarlo de una empanada de manjar como es la costumbre.

“Con la llegada de los españoles se lleva a cabo un proceso de mestizaje cultural, recreando lo existente con nuevos aportes. Tal es el caso de las bebidas endulzadas resultado de la llegada de la caña de azúcar en el siglo XVI, así como el intercambio de frutas. Dentro de estas bebidas podemos mencionar El Súchiles, cuyo nombre proviene de la lengua Nahuatl y significa flores.”

• Miguel Álvarez Arévalo
  Historiador y Cronista de la Ciudad de Guatemala
  
  
  

El Refresco de Súchiles, bebida mestiza, es un fermento de diferentes ingredientes, entre estos se incluye: maíz, piña y su cascara, tamarindo, jengibre, cebada, clavo de olor, pimienta, anís y canela. Este pasa por un proceso que se extiende entre cinco y ocho días y se sirve frío. Además de la bebida más popular de La Famosa Casa de Los Súchiles, desde hace cuatro años también se pueden disfrutar las nuevas adiciones al menú, entre las cuales se incluye el Refresco de Cremita y los siguientes:

- Fresco de Chinchivir: Limonada fermentada y endulzada en base a jengibre. Esta bebida sumamente refrescante tiene origen en Antigua Guatemala y su nombre es una adaptación del termino Ginger Beer.

- Fresco de Pepita: Refresco conocido en el oriente de Guatemala, es una horchata deliciosa en base a semilla de ayote tostada.

- Fresco de Tiste: Conocido en la antigüedad como “Fresco de Ladrillo” por su color y textura, es una mezcla entre cacao y maíz blanco y una pizca de achiote.

Al ser considerado un destino turístico y emblemático del Centro Histórico de Guatemala, hoy en día existe la opción de ordenar una “Muestra”, la cual incluye las cinco variedades de bebidas disponibles y permite a los visitantes descubrir diferentes sabores de la región en un mismo espacio.